Con sus 1439 m de altitud, la cumbre del alto del Carrío prolonga hacia el sur la espina dorsal meridiana formada por las crestas del Porracolina y la Colina. La vertiente occidental desciende abruptamente hacia Valdició (650 m), en tanto que la otra lo hace más suavemente, hacia el este, en dirección a Bustalveinte y el val de Asón. El sector ofrece un aspecto cuando menos austero, con sus landas desoladas ocupadas por algunas grandes rocas de origen glaciar, que poco o nada parece ofrecer al espeleólogo. Sin embargo, en sus eventuales afloramientos calizos existen algunas cavidades de envergadura.
Se acede al Hoyo Salcedillo desde Valdició en una hora de marcha, y al circo de la Sota en menos de dos horas. En los años 1974 a 1977, las exploraciones en la Torca del Carrío partían del puerto de los Collados de Asón, pasando por Saco y el Hoyo Grande (unas tres horas de marcha). Una variante más amena es el camino que, partiendo del portillo de Lunada, al sur, recorre la línea de crestas (dos horas).

Historia de las exploraciones

A partir de 1973 el S.C. Dijon realiza prospecciones en las crestas del Carrío. Entre 1974 y 1977 explora la Torca del Carrío y en los años 80 el mismo club visita esporádicamente algunas cavidades menores, aunque pronto abandona la zona hasta 1988, año en que realiza el hallazgo más notable, la Cueva del Hoyo Salcedillo. Esta cavidad irá liberando progresivamente más de 18 km de galerías exploradas. En 1988 el S.C. Chablis explora la pequeña Cueva Kelton.
En 2002 el Speleo Club Cántabro Universitario reemprende las exploraciones en la Torca del Carrío y en los dos años siguientes, luego de una desobstrucción, con la ayuda de algunos miembros de la A.E. Ramaliega explora la red principal de la cavidad hasta un sifón, a –390 m.

En el Cañón Amarillo de la Cueva del Hoyo Salcedillo

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